Dorian, nacido y crecido en Santiago de Chile, es un artista visual chileno educado entre el rigor de las escuelas y el movimiento febril de las calles, cruce del cual surgió un estilo particular de trabajo que habita siempre en los límites del diseño gráfico, el grafiti y la publicidad, universos que ha buscado unir en un lenguaje versátil, fresco, vivo y colorido que no teme moverse de un género a otro; sino que es ahí donde encuentra su mayor potencialidad.

Desde pequeño mostró interés y pasión por el dibujo, motivo por el cual sus padres lo enviaron a la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro en La Habana, Cuba, para poder estudiarlo; sin embargo, su real fascinación por el arte llegó cuando se dio cuenta de que la ciudad le ofrecía el más grande de los bastidores, y la vida, la mayor inspiración. Cambió los crayones por plumones, los pinceles por brochas y las témperas por pesadas latas de spray, momento desde el cual sus diseños llenos de viveza y color comenzaron a escurrirse rápidamente por las calles de Santiago como tinta aguada en un papel: «El arte me parecía injusto…y el museo, pura elite. El grafiti liberó al arte, porque llega a todos y es gratis para quien quiera mirar. No distingue proveniencias ni clase social».

Luego de perfeccionar su técnica en Cuba y en cursos de Dibujo y Pintura en la Universidad Católica de Chile, Dorian estudió Comunicación Gráfica, consolidando para siempre el estilo cruzado y liminal entre la comunicación social, el arte, el diseño y la publicidad que hoy lo caracteriza. Amante de la música, los cómics antiguos y la cultura pop de los años 80’s y 90’s, el artista define su estilo como «un conjunto de cosas revueltas en una licuadora, con un sabor fresco, colorido y contemporáneo».

Desde mediados de los 90, Dorian ha pintado cientos de muros en las calles de Chile y el mundo, siendo actualmente uno de los grafiteros más conocidos de la escena nacional. Ha creado piezas visuales publicitarias para diversas empresas y marcas locales e internacionales. Así, Dorian ha plasmado su arte en diversos medios y soportes artísticos; desde fachadas arquitectónicas, ropa, zapatillas y skates, hasta festivales de música y cultura urbana, donde a través del live painting crea obras que le permiten generar una relación de cercanía en tiempo presente con el espectador, que para su creación siempre ha sido un punto crucial.

Paralelamente a su trabajo publicitario, Dorian ha seguido evolucionando en su búsqueda personal distanciandose de intervenciones pequeñas y periódicas en las calles de la ciudad para investigar en una pintura de gran formato que lo ha ha llevado a volar por los edificios de Santiago para darles una nueva identidad. Si algunos creen que la libertad no existe, y otros, que es lo último nos pueden quitar, para Dorian, el grafiti es la libertad que vive en cada pared que pinta y que nadie le puede arrebatar.

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